Brucelosis Canina… ¡Cuidado al cruzar a tu Mascota!

La Brucelosis es una enfermedad causada por una bacteria llamada Brucella Canis, existen diferentes tipos según la especie afectada (bovinos, ovinos, caprinos, porcinos). La bacteria causa fallas reproductivas como principal manifestación clínica.

Los perros son la única especie conocida afectada por Brucella Canis, no obstante se han hallado reacciones para éste microorganismo en otros carnívoros; aunque la enfermedad se considera una zoonosis (que se transmite desde animales a humanos), la infección en humanos parece ser poco común.

La enfermedad es de distribución mundial, existiendo zonas donde es menos controlada y por lo tanto se ve con mayor frecuencia, así como también lugares donde al parecer están libres o con la enfermedad erradicada como son Nueva Zelanda y Australia.

La bacteria se puede encontrar en casi todos los fluidos corporales, incluyendo: descargas vaginales, leche, orina, secreción ocular y lagrimal, además de las heces, fetos abortados, líquidos fetales y placenta. En los perros se transmite principalmente por el contacto con los fetos y membranas fetales después de abortos y muerte fetales, o por transmisión venérea. El microorganismo puede infectar al tener contacto por ingestión y a través de mucosas oral, ocular, oronasal y genital.

La brucelosis canina es una enfermedad no letal, infectocontagiosa, de carácter crónico que puede afectar a cualquier raza, sexo o edad. En las hembras el signo clínico más característico es el aborto entre los 45 y 55 días de gestación, también puede existir muerte de los cachorros dentro de las primeras 24 horas desde el nacimiento o bien sobrevivir a la infección y quedar como portadores de la enfermedad, con lo cual se observan fallas repetidas en las gestaciones.

En el caso de los machos es un poco más evidente la manifestación de la enfermedad presentando inflamación de estructuras reproductivas como testículos, próstata y disminución de la líbido, también puede existir inflamación de nódulos linfáticos de forma generalizada.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza con una muestra de sangre que se envía al laboratorio, donde se evalúa mediante técnicas especiales para poder identificar esta bacteria, normalmente se tarda entre 12 a 24 hrs en entregar el informe de la muestra. El examen se va solicitando cada 15-30 días desde comenzado el tratamiento hasta lograr que la muestra salga negativa a la presencia de Brucelosis.

El tratamiento se realiza mediante antibióticos que ataquen a esta bacteria, de los cuales son pocos los que funcionan para eliminar completamente al microorganismo, la mayor parte de las veces se utilizan asociaciones de antibióticos, por tiempos bastante prolongados. Sumado a eso se sugiere la castración o esterilización según sea el caso, principalmente para disminuir la diseminación de la enfermedad a través de las cruzas (más aún si son animales asintomáticos) y para disminuir las fuentes de contagio de la enfermedad, tanto para otros animales como para humanos.

Al existir bajos porcentajes de éxito en el tratamiento de la enfermedad, riesgo del profesional en el manejo del animal, sumado a la posible transmisión a personas, hay países y criterios de control profesional en los cuales se sugiere la eutanasia del animal.

Países en los cuales se cuida mucho la salud de las mascotas y la salud pública, como Estados Unidos, el tratamiento, rara vez es una opción, muchas veces se opta por la eutanasia como primera y única opción.

A pesar de que el porcentaje de riesgo de infección es menor, se deben tomar todas las precauciones para evitar los posibles contagios a personas, los síntomas en humanos son similares a los provocados en el animal, donde se puede observar fiebre intermitente, dolor de cabeza, dolor articular, dolores musculares, pérdida de peso y abortos en algunos casos. La forma de contagio más común es a través del contacto con: tejidos abortados y descargas vaginales. Son pocos los antecedentes de establecer la fuente de infección, situación que hace más difícil la prevención en el hombre.

Como medidas preventivas para evitar contagio en personas es siempre tener precaución en la manipulación de secreciones del tracto urinario y reproductivo, más aun si han existido antecedentes de infertilidad, abortos, etc. Otra medida preventiva en caso de las mascotas es realizar examen diagnóstico de brucelosis antes de una cruza, especialmente si no se saben los antecedentes anteriores de éxito reproductivo tanto del macho como la hembra.